Y qué mejor que celebrarlo disfrutando de un buen trozo de roscón.
Hoy es, seguramente, el día más esperado del año para todos los niños y niñas españoles. Los peques de la familia disfrutan de destrozar papel de regalo con la intención de descubrir si han sido o no lo suficientemente buenos para recibir lo que habían pedido en sus cartas, y los mayores aprovechan para mojar un buen trozo de Roscón de Reyes en chocolate caliente.
El Roscón de Reyes es uno de los grandes protagonistas de la gastronomía popular navideña de nuestro país. El día de Reyes no sería lo mismo sin este dulce que nos invita a celebrar un día tan especial para pequeños y mayores.
Os preguntaréis de dónde surge esta tradición que consideramos tan “nuestra”. Aunque hay diferentes teorías sobre su procedencia, seguro que pocos (o ninguno) de vosotros sabe que este dulce tiene parte de su origen en la Europa del este de hace más de 500 años.
Cuenta la historia que el cocinero de la corte del rey francés Luis XV, de origen eslavo, quiso regalar al monarca el día de la Epifanía un roscón tradicional de su tierra, introduciendo como sorpresa una moneda de oro (algunas fuentes indicaban que fue un medallón de oro y rubíes). Al rey galo le encantó la idea y se dedicó a propagar la costumbre.
Por otro lado, no podemos olvidar la famosa tradición del haba. En Francia se celebraba la fiesta Le Roi de la Fave (El rey del haba), donde este dulce se convirtió en toda una tradición entre la aristocracia y realeza gala, adquiriendo gran parte de su actual popularidad. Las familias se reunían a comerlo, introduciendo en su interior un haba, símbolo de prosperidad y de fertilidad, por lo que a aquel que se encontraba en su porción de torta con esta legumbre se le auguraba prosperidad durante el resto de año. Evidentemente, la moneda adquirió más valor simbólico que el haba, convirtiéndose en el premio deseado, mientras que nadie quería que le tocase la famosa legumbre.
El roscón llegaría a España de manos de la Casa de los Borbones, recibiendo una excelente acogida. Aunque la tradición de comer el dulce y todo lo que conllevaba ya era conocida en España, Felipe V trajo la nueva modalidad de introducir una moneda como premio (que con los años se cambió por una figurita de cerámica) a la vez que el haba en el postre se había convertido en un símbolo negativo.
Al margen de las diversas historias que giran en torno a su origen, lo que tenemos claro es que se trata de uno de los dulces más deliciosos de los que puede presumir nuestra gastronomía. Difícil de preparar por su sabor tan característico y especial, su aspecto no tiene nada que envidiar al de otras obras maestras de la repostería, gracias a sus adornos formados por almendras y frutas escarchadas de los colores más llamativos, los cuales se dice que intentan imitar a las joyas de una corona real.
Desde PERCENTIL os deseamos una feliz Noche de Reyes, ¡y que disfrutéis de un buen trozo de roscón acompañado con chocolate calentito!
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